lunes, 27 de abril de 2015

A 500 años y 100 metros de ti.

Ti no es una persona física, ni siquiera un pájaro. Ti en este caso es el árbol más viejo de la Comunidad de Madrid: un tejo cuya edad se calcula en 1.500 años. Se lo conoce como el "tejo del Valhondillo" por el arroyo junto al que vegeta (más mal que bien) y que le da nombre.

Hace unos días conseguí aproximarme mucho pero no pude llegar hasta él, ni siquiera verlo, pues para hacerlo hay que cruzar el arroyo, que en esta época de aguas de deshielo es difícil de atravesar sin el riesgo de pegarte un trompazo. Y no está uno para trompazos allá arriba.

Pude ver sin embargo el “tejo de la roca”, también al otro lado del Valhondillo, de “solo” 1.000 años de edad, es decir, 500 años más joven que su primo el “tejo del Valhondillo”, y situado a solo 100 metros aguas arriba de su pariente, en la misma escarpada ladera. 500 años y 100 metros que recorreré en cinco minutos la próxima vez que vaya a visitarlos, ya con menos aguas en los arroyos. (No les gustan las visitas, son viejos y cascarrabias, se nota, pero se van a fastidiar) 

El camino hasta llegar arriba es una preciosidad. Discurre por el valle del Lozoya, entre pinos silvestres, algunos impresionantes, arroyos preñados de agua, sonidos de pájaros y ohes de admiración que sin querer se le escapan a uno ante tanta belleza. Para que veáis que no os miento, quiero compartir con vosotros unas fotos de estos preciosos paisajes. 

El agua de río, arroyos y arroyuelos es constante a lo largo del camino.

Embalse del Pradillo, donde podemos iniciar y terminar la caminata.

De estas cumbres procede tanta agua, que fluirá durante todo el año.

Y también de estas.

Acebos junto a las trochas.

Y algún tejillo "juvenil", de solo unos 400 años.

El contraste precioso asalmonado del tronco de los pinos silvestres.

Este pino no pasó de los 50 años (snif!). Eso sí, los vivió pletórico.

Aquí poso junto al "Puente de la Angostura", que mandó construir Felipe II, sujetándome grácilmente el lumbago para que no se me desparrame.

El hito que identifica al "tejo de la roca" como 
"Árbol Singular de la Comunidad de Madrid"

Y este es el tejo de la roca. Síííííí, vaaaale, ya sé que "¿y tanto paseo pa estoooo???", pero es lo que pude fotografiar desde el otro lado del arroyo. Prometo mejorar la toma cuando consiga cruzar el Valhondillo, aunque dicen los que dicen que este tejo está más deteriorado que su primo, a pesar de ser 500 años más joven, y a lo mejor en la foto futura sale más desfavorecido.

A menudo, la soledad es la mejor compañía.

Recorrido para wikilocos, picar aquí.

lunes, 20 de abril de 2015

La Perdiguera

La Perdiguera es una cumbre facilona de la sierra noreste de Madrid.
Este es el hito del punto geodésico de la cima.

Pista inicial desde el Puerto de Canencia, ancha, que yo llamo la autopista.
Entre pinos silvestres espléndidos y presencia de acebos, tejos y abedules.

Más arriba encontramos un valle amplio, con sus rocas para descansar y tomar un bocata, y sus vaquitas que nos miran mientras descansamos y tomamos el bocata sentados en la roca del valle amplio que encontramos más arriba con sus rocas para descansar (me he encasquillao, perdón)

La cancela que hemos de abrir para acceder al cortafuegos.
Arriba, a la izquierda, la sombra de mi dedo indiscreto que quiso salir en la foto.

El cortafuegos, con algo de nieve, por el que debemos continuar.

Ya cerca de la cumbre desaparecen los árboles y aparecen los piornos.
Al fondo, el Mondalindo y por ahí.

Arriba, en la cima, la vista hacia Najarra, Cabeza de Hierro y Peñalara.
¿Es bonico o no es bonico?

Y mirando al Sur, allá lejos el Cerro de San Pedro, embalse de Manzanares y más lejotes aún, al fondo del fondo, los vapores contaminantes de Madrid. 

Excursión apta para fumadores y fueras-de-forma, con paisajes preciosos, agua fresquica de arroyos para beber y masticar, que se completa sin problemas en unas tres horas. Y si váis entre semana, ¡sin gente!

Recorrido para los wikilocos: picar aquí.

lunes, 6 de abril de 2015

Regrescencias

Ya asoman, regrescentes
en ahogado capirote
morado,
los ojos disolutos, junadores, 
interruptos, trascendidos
ahora en ranas, sapirujos,
pelodytes, pleurodeles.

(Es inútil que intenten trascendimientos, las cejas (¿antenas?) equisetiformes son difícilmente disimulables y delatan siempre a algún trascendido)