lunes, 29 de diciembre de 2014

lunes, 22 de diciembre de 2014

El adorno navideño


Esta es la historia del hombre que pretendió colocar un adorno navideño (una de esas pelotitas brillantes) en el cuerno de la luna y le resultó imposible por no haber calculado adecuadamente la longitud de la escalera para el acontecimiento. Quizás no consultó distanciamientos, elongaciones, perigeos y coordenadas lunares, o actuaba a golpe de intuición despreciando los principios de la matemática, la física y la cosmología. Tanto esfuerzo y equilibrios pa ná. Pero al menos lo intentó, siempre hay que intentar cosas.

Yo también intento hoy colgar la pelotita en mi luna inalcanzable particular. Y desde lo alto de mi escalera insuficiente os deseo paz, optimismo, buen rollo y, sobre todo, que estas fiestas pasen pronto.

lunes, 15 de diciembre de 2014

El Sestil del Maíllo

Leer mapas topográficos: una de mis manías. Cojo una Hoja del Mapa Topográfico de España a escala 1:50.000 y leo los nombres que hay escritos. No, no los de las ciudades, o pueblos, o carreteras, sino los de los parajes. Por ejemplo, en la Hoja 910 (Caravaca de la Cruz) leo sonidos como "Solana del Rayal", "Rincón de los Uvíos", "Calar del Castillico", "Cañada de la Media Breva", "Rambla del Agüica", "Collado del Reventón", "Puntal de la Ventana"… y tantos y tantos otros que me hacen preguntarme los porqués de esos topónimos, los orígenes, los cuándos, los quiénes. Y vuela la imaginación. Para mí son como versos sueltos desparramados entre curvas de nivel y líneas de coordenadas, sobre un fondo en el que predomina el color verde. 

Hace unos días, en un mapa de la sierra de Madrid, leí “Arroyo del Sestil del Maíllo”. Otro verso suelto. Lo primero que hice fue acudir al diccionario de la RAEL para indagar qué es eso de sestil: "lugar donde sestea el ganado", dice. El tal Maíllo supongo que sería un personaje de la época, quizás un pastor. O un cura, los curas dan bastante de sí en las toponimias, conozco un "barranco del cura", un "canchal del obispo", una "morra del cardenal" y siempre me he preguntado qué cura, qué obispo, qué cardenal anduvieron zascandileando por allí, qué tropelías, milagros o desajustes cometerían para que aquellos remotos lugares merecieran el gratísimo honor de llevar para siempre sus nombres. Lo segundo que hice fue vestirme y calzarme los arreos adecuados, agarrar el mapa y tirar para el monte, cual cabra o corzo, en busca del arroyo y, por qué no, de Maíllo o sus descendientes. 

Y aquí van unas fotos de mi caminata. 

El inicio del camino

La senda se estrecha y trepa

 
Luego se empedriza

 
Aquí un recodo: agua y hojas de abedul 

El arroyo del Sestil, al fin. El sesteadero imagino que estará aguas abajo

Arriba, la cascada semihelada, uno de los mayores atractivos de esta caminata 

Paseo frío pero precioso y reconfortante. Otro día intentaré encontrar un tejo casi milenario que se esconde por estos sestiles y que me tiene loco, ya ha escapado dos veces a mis intentos de dar con él. Pero soy tenaz, persistente, incómodo: te encontraré, no insistas en ocultarte, no seas pelmazo.

(Foto de arriba: un cacho de la hoja 910 del MTN50)

lunes, 8 de diciembre de 2014

El pensamiento de un pájaro

Primero la línea recta; y luego 
un giro a la derecha, breve, apenas.
Después, la espiral de volteos 
cada vez más amplios, 
más veloces, como sin pensarlos,
urgentes.
Entonces el menguamiento del conjunto, 
velocidad, radio,
buscando la coordenada
y de nuevo la línea recta.

(Foto: abejaruco y rama pelada)

lunes, 1 de diciembre de 2014