viernes, 2 de diciembre de 2011

Cinco pétalos (Concurso Paradela de Coles - Diciembre 2011)


Cuando tú no existías, yo subía al monte a buscar flores anónimas de jara. La flor de jara tiene cinco pétalos, y en el juego ingenuo del “me quiere, no me quiere”, siempre te da la respuesta que anhelas: “me quiere”. Yo practicaba el juego aun sabiendo -o porque sabía- el resultado de antemano; y volvía a mi casa con una sonrisa en los labios.

Un día me crucé contigo. Olías a jara. Dos miradas. Dos sonrisas. Y dejé de subir al monte a buscar flores de jara amañadas. Esa frase tan sencilla y que tanto me cuesta pronunciar, un “te” seguido de un “quiero”, surgía espontánea cada noche, como un susurro, de mis labios y de los tuyos, mientras nuestras pieles se fundían anegando sus fronteras.

Hoy, aquel susurro solo brota de mi garganta. Y rebota cada noche en tu espalda indiferente. Sé que el "te quiero" te lo dicen también otros labios, quizás tan sinceros como los míos, y que tú recoges las dos palabras y las devuelves como ayer hacías conmigo. Nadie me lo ha contado, pero hay pétalos que no mienten.

Por eso he vuelto al monte de las jaras. Ahora, cada pétalo lleva escrito tu nombre. Cojo una, dos, cien flores, las deshojo delicadamente y siempre obtengo la misma respuesta: ¡Me quiere! Sé que mienten, pero vuelvo ilusionado el día siguiente a recolectar las nuevas flores nacidas de madrugada. Y siempre, su mentira final que me obstino en creer.

Una noche, pronto, encontraré vacío tu lado de la cama. Siempre olerá a ti, a jara y monte. Colocaré sobre tu almohada mi última flor, esta vez con mi nombre escrito en cada uno de sus cinco pétalos. Y la dejaré allí, mezclada con tu esencia, por si apareces una madrugada y quieres deshojarla. No me importa esperar, ya sabes cuál va a ser la respuesta, esta vez real y surgida desde lo más profundo de lo que queda de mí.


(Foto: rosa del azafrán, tomada del blog Paradela de Coles. Esta flor tiene 5 + 1 pétalos, nunca debe ser elegida en el juego del mequiere-nomequiere, a no ser que deseemos no ser queridos, que a veces ocurre)


21 comentarios:

  1. Buena despedida del concurso, con una entrada de amor y desamor, de dulzura y amargura, todo ello cogido de la mano...

    Un gran saludo, nos "leeremos" en el próximo...

    ResponderEliminar
  2. Amigo Diego: que bonito relato! Destila un sentimiento, amoroso muy intimo . Has creado una atmósfera, romántica e insuperable con estos pétalos,de la flor de jara.

    Te deseo mucha suerte

    ResponderEliminar
  3. Jo Diego, esa sensibilidad me la aplicas a un encuentro sin desencuentro final, que me optimismiza más.

    Esto no quita que no me vibre el alma al leerte.

    Un gran abrazo para ti,
    Esteve

    P.D: Espero que no me dé error al mandar como las últimas veces. Y estos concursos ¿qué son?

    ResponderEliminar
  4. Ayyy, pero cuanta ternura! Ahora comprendo porque el amor se parece a las flores, por su belleza, la belleza que nos hace humanos. Me ha parecido deliciosa esta misiva.

    Un abrazo. Y mucha suerte!!!

    ResponderEliminar
  5. Donde vivo, florecen jaras en primavera, lavandas en verano, cólquicos en otoño, montes nevados en invierno y... jaras en primavera, lavandas en verano... historia sin fin... Recordaré este texto, poeta, cuando vea pasar las estaciones.
    Agri-dulce pero precioso y sobre todo tierno...
    Un abrazo grande

    ResponderEliminar
  6. De una tristeza tan bella que aflige el alma y enternece el corazón.
    Aroma de Jara por los cuatro costados.
    Enhorabuena
    Pulgares arriba!

    ResponderEliminar
  7. Como es habitual en ti, precioso.
    El amor debería traer la fecha de caducidad en ambos envases. Y ser la misma...

    ResponderEliminar
  8. Pues según quién, a veces es mejor que no te quieran...

    Buena entrada Diego.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Preciosa, deliciosa, esta carta de amor agridulce, y genial tu manera de hacer protagonista a la rosa del azafrán. Me encantó.
    Suerte y un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Extraordinario texto poético. Mi enhorabuena.

    Muchas suerte y saludos

    ResponderEliminar
  11. Romántica entrada :)

    ¡suerte!

    un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Tenía esta foto entre mis favoritas,por si me decidía a escribir algo.
    Te quedó precioso.
    Suerte y besos.

    ResponderEliminar
  13. Una preciosidad!! Destila poesia por los cuatro costados. Amar y ser amados, eso es lo que importa.
    Te felicito.

    ResponderEliminar
  14. Como me gustaaaaa!!!! Me ha encantado uffff que bonito.
    Un besito y suerte

    ResponderEliminar
  15. Triste, pero precioso.
    Es lo que tiene el amor como otras cosas fecha de caducidad.
    Suerte y un saludo

    ResponderEliminar
  16. Pues... el final de la historia no fue tan romántico (¿o sí?) Un buen día, la asistenta cogió la flor de jara que yo había dejado en la almohada, la tiró a la papelera diciendo que era una guarrerida tenerla así. Desde entonces me he liado con ella (con la asistenta, no con la flor marchita) No huele a jara y monte sino a mistol y a lavanda, olores también la mar de eróticos. En fin, el caso es sobrevivir.

    ResponderEliminar
  17. Diego, las flores eran mentirosas pero tú un poco tramposillo, eh... triste final, pero real como la vida misma :P

    ResponderEliminar
  18. Pues a mi siempre me salía que NO. Y venga de subir al monte, y venga de coger la flor.....
    Ahora ya se la respuesta.
    En eso de las cosas del querer, todos empezáis por el ansiado SI.
    Yo empezaba por el detestable NO.
    Y claro, solterito me quedé.
    Sigo subiendo al monte, pero ya no cojo flores....
    Pedrice.

    ResponderEliminar
  19. Hola!

    Qué bonito, Diego.. es una preciosidad la forma en que está escrito y lo que transmite.

    "como un susurro, de mis labios y de los tuyos"

    Un beso para tí, Diego :)

    Besos para los demás :)

    ResponderEliminar
  20. Olvidé comentarte que ¡me encanta el "belmonte"! y además formo parte de un grupo de amigos -de lo más variopinto- llamado "los belmontes". Ya compartiremos alguna vez uno bien hecho :)

    ResponderEliminar
  21. Un broche precioso para el concurso de paralela esa historia del crocus y la jara. Palabras que suenan como notas, desgranándose con la triste intensidad y la candencia de un fado.

    Ya terminó también aquel juego de biodiversidad en el que participaba. Los terceros de cinco equipos en la clasificación general por puntos. Pero como siempre preferimos quedarnos con la lectura que más nos gusta, primeros en aves.

    ResponderEliminar