jueves, 29 de mayo de 2008

La camiseta azul

Te has desliado de mi piel hace unos segundos, desnuda, te has colocado una camiseta azul que apenas llega hasta tus muslos, y ahora estás delante del espejo del dormitorio. Te observas en él, y yo te observo a ti desde la cama que conserva todo tu calor. Me gusta tu cuerpo ¿sabes? Acercas la cara al cristal, sin apercibirte de que mi mirada está fija en tu imagen, y con los dedos recorres los alrededores de tus ojos, de tus labios, tu cara. Alejas tu rostro del espejo, lo vuelves a aproximar… Sé lo que estás pensando, las arrugas van quitando tersura a tu piel, y eso te preocupa. Y a mí me produces ternura. Tus arrugas llevan nombres de alegrías, de risas, de personas con la que has sido feliz, de paisajes que te enamoraron. Eres aún joven, pero las personas que a tu edad no tienen arrugas es porque no han vivido, reído ni amado lo suficiente, no tienen alma, o la tienen triste. Y yo quiero que la próxima arruga que surque tu rostro lleve mi nombre, recién llegado al hueco de tus brazos.

Ahora te miras al escote, tomas un pecho con cada mano, sobre la tela de la camiseta, y los subes un poco. Piensas que ahí es donde deberían estar, donde estuvieron hace quince años. Y quizás estás pensando en la posibilidad de hacerte una operación de esas que están de moda. La luz se cuela entre tu cuerpo y la camiseta, y me dibuja, me insinúa, tu perfil ¿Te he dicho ya que me atrae tu cuerpo? Tienes unos pechos preciosos y están donde tienen que estar. Y tienen algo que no tendrán nunca unos trozos de silicona: piel, sensibilidad, receptividad a las caricias. Los pechos de silicona son de mírame y no me toques, insensibles, nunca tendrán arrugas de alegría. No te subestimes, estás en lo mejor de tu vida, estás en la plenitud física y mental, y aún te quedan muchos años para saborear esa situación. Y eres muy atractiva, te lo digo sin que me oigas.

Dentro de un rato, cuando salgamos juntos a la calle, todos los hombres que nos crucemos te van a mirar con admiración. Y a mí con envidia.



(Foto: flor de croccus en la Laguna de los Pájaros)

1 comentario: